martes, 15 de junio de 2010

Mi nombre es esperanza

Mi nombre es “Esperanza”, soy pequeña y vivo en Vigo, mi mama y otros 14 compañeros trabajaban hasta el día 5 de Mayo de 2010 en un Hospital muy grande que hay en mi ciudad, se llama POVISA, y me han dicho que es muy importante en España, porque es el que siendo privado cobra más de la sanidad pública, para que mi mama y muchos compañeros más, creo que más de 1400, que son un montón, cuiden de mucha gente en mi ciudad.
Pero el día 5 de Mayo, mama volvió a casa llorando, los mayores no nos cuentan sus cosas, pero me escondí detrás de la puerta y escuché a mama contar a papa que sus jefes le llamaron a la oficina, decía que de personal, yo pensé que eso era bueno, porque la palabra habla de personas, pero entonces mama se echó a llorar y le dijo que le habían mandado recoger sus cosas, y que ya no volviera a trabajar nunca más a POVISA.
Yo no entiendo mucho así que pregunté a mi hermana mayor “Curiosidad” y ella me explicó que mama llevaba muchos años trabajando en POVISA unos 30, pero que ahora el dueño ya no quiere que siga trabajando allí, ni ella ni sus otros 14 compañeros, el habla de que los que le tienen que pagar , el Sergas, no quieren seguir pagando-le tanto como antes, porque hay una cosa que se llama crisis, algo que entendéis los mayores, sobre todo los que no son ricos, y no hay tanto dinero para repartir, y claro él no va a dejar de ganar todo su dinero, así que tiene que recortar personal del hospital, y como ahora hay ordenadores, mama y sus compañeros ya no le hacen falta.
Curiosidad me ha contado que cuando despiden a alguien, los jefes deben pagarles un dinero por todos los años en que han trabajado para ellos, en POVISA son 45 días por año trabajado, por una cosa que se llama convenio, pero que como el “despido es objetivo”, ustedes entenderán, yo no, solo le van a pagar 20 días y aunque mama lleva 30 años allí, solo le pagaran como si trabajara 12.
Así que mama ahora no va a poder ganar dinero todos los meses para que yo y Curiosidad, podamos crecer, fuertes, seguras y felices, que es para eso para lo que trabaja mama.
Ahora mama todas las mañanas se va igual a POVISA, yo creo que no quiere contarnos lo que pasa, pero sé que van ella y sus compañeros a ponerse allí callados y tranquilos a contarle a todo el que quiera saberlo, lo que ha pasado.
Ya ha pasado casi mes y medio y mama vuelve cada tarde con los ojos más tristes, al parecer los medios de comunicación no quieren contar su historia, es como si lo que nos pase a los niños no les importe a nadie, y yo me pregunto porque a los jefes de mama les da igual que mama llore todos los días, es que ellos no tienen a nadie a quien quieran cuidar y ver feliz??
Y por eso yo les pido, que cuenten la historia de mama y sus compañeros, para que la gente sepa que fácil es dejar triste a los trabajadores en este país y que poco le importamos a los ricos los hijos, y las familias de sus trabajadores.
¿Y a ustedes les importa?, Esperanza es pequeña pero puede crecer con que alguien cuente su historia.